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Esfuerzo recompensado
Wanchope suma dos goles y cinco presentaciones, que parecen augurar el inicio de una buena temporada para el tico, una vez superadas las lesiones.
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Resurge Wanchope
“Hacer un gol lo llena a uno de confianza”
Antonio ALFARO / Al Día
Al otro lado del teléfono se escucha el llanto de bebé... ¡Un momento! pide Paulo César Wanchope para ir al consuelo de su pequeña Pamela, de nueve meses. Ella parece simbolizar los nuevos días del artillero, la llega de tiempos gratos.
Está motivado, aún con la alegría del gol que logró el sábado en su regreso a la oncena titular, con triunfo por 2 a 0 frente al Southhampton. Cerró la cuenta y abrió la ilusión.
“Estoy contento... hacer un gol lo llena a uno de confianza”, comenta Wanchope, quien parece tener ahora bajo control las demandas de su pequeña.
Él, que se ha visto muchas veces privado del fútbol a causa de las lesiones, confinado a trabajo fuerte lejos de la gramilla, vive un buen momento, en lo que parece augurio de una grata temporada para él y su equipo.
“Esperemos que así sea. Me siento bien. Uno tiene que estar al cien por ciento. Todavía siento que puedo dar más, son dos años de no jugar. Puedo dar más físicamente, técnicamente, en todo sentido”.
Lucha permanente
Parece que se acabó el tiempo de lucha en el gimnasio, le comentamos a Wanchope, en alusión a los días de mero trabajo con pesas y lejos de la pelota con tal de recuperarse. Al escuchar la frase él corrigió con una sonrisa: “todavía tengo que seguir luchando para mantener bien la pierna”.
Al menos ya puede hacer lo que más le gusta: jugar, meter goles, pelear por el puesto. Y no en un equipo cualquiera, sino el que ocupa la quinta posición entre 20 equipos de la Liga Premier, con jugadores como el delantero Nicolás Anelka.
El atacante francés, titular en los nueve partidos de la temporada, es el goleador del equipo con ocho tantos, y aunque detrás suyo no hay ningún otro artillero con más tantos que Wanchope y Fowler, ambos con dos, no es fácil ganarse el puesto, como reconoce el costarricense.
“Acá hay mucho jugador de buen nivel. Estamos en varias competencias y pienso que el técnico va rotando el equipo. Él es el jefe y el que decide. Uno solo tiene que estar listo”, comenta Wanchope, a quien lo menos que le falta es ambición.
“Siempre me he sentido titular. Siempre quiero jugar, pero eso no lo decide uno”, agrega Paulo César, con participación en cinco de las nueve jornadas.
Creciendo
El llanto de su niña aparece por momentos, pero casi de inmediato vuelve a la calma, posiblemente ante algún chineo de su padre.
En cuestiones de pañales Wanchope también va en ascenso, aprendiendo cada día un poco. Le va bien -según dice- y superó la etapa de las desveladas, según dice entusiasta.
“Uno tiene que acostumbrarse”, señala Wanchope, dedicada a tiempo completo al equipo y su familia.
Mientras crece como padre también lo hace en la cancha y se propone vivir una temporada llena de satisfacción, aunque no habla de una cantidad de goles específica, ni de cierto número de partidos como titular.
“No, simplemente coger cada partido para dar el máximo y hacer la mayor cantidad de goles posibles”.
“No menos optimista se muestra con su equipo, que este año tiene calidad “para estar entre los mejores”, según su criterio. Es el resurgir de un equipo, el resurgir de Paulo César Wanchope, de nuevo amigo del gol.
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